lunes, 9 de enero de 2012

FILOSOFIA EXISTENCIAL


Es viable plantear la hipótesis de que, sin cuerpo no hay espíritu. Porque el espíritu habita en el cuerpo y cuando no existe cuerpo, el espíritu no logra las proezas del alma. El cuerpo funcionaliza a la conciencia que es el mecanismo de darse cuenta que prospera un cuerpo provisto del algo más que nos hace único e indivisible. Está la vida terrenal efímera ante los ojos de la milenaria naturaleza cosmológica. En el segundo de la desintegración corporal,sobreviene en suspensión animada todas las vivencias y recuerdos de la totalidad de la vida intra y extra uterina, hasta el más mínimo detalle.
No es posible manejar el espíritu sin la conciencia al interior del cuerpo biológico. Aún más, es complejo determinar cuándo actuamos por conciencia, por espíritu o por alma.
Todo ser vivo está provisto de ánima determinada por la propia especie: seres microscópicos, invisibles a lo macro, vegetales, animales del agua, de los pantanos, humanos, incluso algún tipo de vida inteligente que pueda habitar en la sima abisal de las profundidades. Quién ha pensado en los seres vivos de las profundidades de la tierra y de los volcanes?
Estamos siempre frente al misterio del corte abrupto de la vida conciencial; aquella que nos provee de vehemencia criminal, sexual, intelectual. Somos una mixtura preclara de abuso y bondad en contra o favor de los semejantes.
No sabemos qué es el fin de la vida biológica que permite una dinámica conciencial y espiritual. Es viable pensar que el propio concepto de espiritualidad sea un artificio de la cultural humana.
Es factible que no exista ni espíritu ni conciencia alguna, sólo cuerpo biológico con todas sus funciones, aptitudes y competencias para sobrevivir dentro de la burbuja terrenal.
La filosofía milenaria tanto de oriente como occidente ha manifestado la creencia de la existencia de “algo” más que un cuerpo físico. La existencia y preeminencia de un ente inmaterial capaz de trascender tiempo, espacio y dimensión, pervive a las vicisitudes de las exageraciones tanto de la materia como de la dinámica de la física y mecánica cuántica.
Es posible vivir toda una vida segundos antes de la muerte corporal.Ante la muerte corporal sobreviene el desdoblamiento del cuerpo, visibilizando el antes y el durante de toda la existencia. Existe una mezcla de terror y entrega ante la posibilidad de fenecer corporalmente.
Si se fenece corporalmente, cesa también la conciencia y el desdoblamiento entre cuerpo y ánima se concreta. Sin cuerpo no hay espíritu ni conciencia, porque el cuerpo encierra la dinámica conciencial.
Una vez que el cuerpo cesa en su dinámica vital se convierte en carne inerme camino de la putrefacción. La conciencia cesa también a causa de la inermidad. Aunque la conciencia desea la continuidad vital, cuando intervienen agentes externos demasiado violento e invasivos, es imposible recobrar la dinámica vital de la actitud y del funcionamiento de los órganos vitales y secundarios que en conjunto soportan la vida corporal
La conciencia en soledad es incapaz de pervivir. Sin un cuerpo biológico no es posible la actividad conciencial. La actitud y la voluntad parten de la propia conciencia. Sin cuerpo no existe voluntad ni conciencia. En cambio con el cuerpo biológico se aquilatan los más grandes reservorios de plenitud, belleza y proliferación.




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